USO PÚBLICO DE LA CALIDAD DEL AIRE INTERIOR

CUANDO HABLAMOS DE LA DEFINICIÓN DE AIRE INTERIOR NOS REFERIMOS AL AIRE DE LOS AMBIENTES DE INTERIOR NO INDUSTRIALES:  EDIFICIOS DE USO PÚBLICO COMO HOSPITALES, CINES, CENTROS COMERCIALES, OFICINAS, EDIFICIOS PÚBLICOS, RESTAURACIÓN, COLEGIOS, VIVIENDAS…
LA CALIDAD AMBIENTAL SE DEFINE COMO LA ARMONÍA DE FACTORES TÉRMICOS, ACÚSTICOS, LUMINOSOS Y DEL AIRE QUE SE RESPIRA, QUE NO HA DE SUPONER PELIGRO PARA LA SALUD Y HA DE RESULTAR FRESCO Y AGRADABLE. EL AIRE INTERIOR DE UNA VIVIENDA O EDIFICIO NO DEBE CONTENER CONTAMINANTES EN CONCENTRACIONES SUPERIORES A AQUELLAS QUE PUEDAN PERJUDICAR LA SALUD O CAUSAR MALESTAR A SUS OCUPANTES.
A la hora de cuidar la Calidad Ambiental Interior (CAI) de nuestros edificios tendremos en cuenta tres tipos de agentes que influyen de forma directa o indirectamente en las personas:

  1.  Agentes físicos: temperatura y humedad del aire, … 
  2.  Agentes químicos: sustancias orgánicas e inorgánicas.
  3.  Agentes biológicos: hongos, bacterias y virus.

El conjunto de estos parámetros configura el nivel de contaminación ambiental que puede deteriorar tanto el medio ambiente que resulte no apto para desarrollar ciertas actividades e incluso peligroso para la vida de las personas. Como consecuencia de la permanente búsqueda de soluciones al problema de la contaminación ambiental se ha desarrollado un nuevo campo específico llamado Calidad de Ambiente Interior.
Algunas consideraciones a tener en cuenta sobre Calidad Ambiental Interior:

  1. Las personas pasamos más del 90% de nuestro tiempo en ambientes interiores.
  2. Se deben controlar, vigilar y proponer acciones de mejora sobre la Calidad del Aire interior de forma periódica ya requeridas por diversas normativas.
  3. Cada año aumentan las inversiones en CAI tanto en la fase de diseño y construcción como en la explotación.
  4. Tenemos que asegurar las condiciones para una correcta CAI siendo obligatorio en las fases de diseño de las instalaciones de los edificios.
  5. Una correcta CAI mejorará el confort de las personas y su productividad.
  6. Mientras que una deficiente CAI aumentará las enfermedades de la plantilla.

Estas y otras indicaciones nos harán velar por una buena Calidad del Aire Interior.
La composición química del Aire Interior puede comprender multitud de sustancias en bajas concentraciones. Los niveles de contaminación medidos en estudios realizados en oficinas y en viviendas suelen estar muy por debajo de los límites permisibles para ambientes industriales, pero el análisis químico no permite predecir la percepción que los habitantes tienen del aire que respiran, ya que la mezcla de muchos contaminantes aun en bajas concentraciones y matizados por las condiciones de humedad y temperatura puede empeorar la percepción de su calidad; por ello el olor es un indicador útil para valorar la calidad del AI.
Los factores que afectan a la Calidad del Aire Interior son las deficiencias en la ventilación, la calidad del aire exterior y la presencia de fuentes contaminantes en el interior.
La ventilación puede ser inadecuada por un volumen insuficiente de aire, un alto nivel de recirculación, una ubicación incorrecta de los puntos de ventilación, una distribución deficiente que deja zonas no ventiladas y una falta de mantenimiento o diseño incorrecto de los sistemas de filtrado.
Desde el exterior se produce la entrada en los Sistemas de Aire Acondicionado de contaminantes exteriores: CO, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno procedentes fundamentalmente de la combustión de vehículos de motor, y óxidos de azufre (SO2) y COV generados en centrales energéticas y otros procesos industriales.
También el ozono exterior formado como contaminante secundario y el AI contaminado que sale al exterior pueden penetrar nuevamente a través de los sistemas de aire acondicionado y ventilación.
Las fuentes de contaminantes químicos en un edificio son productos de combustiones con mala ventilación o mantenimiento deficiente: aparatos de calefacción, cocinas, estufas, refrigeradores y hornos de gas pueden liberar distintos contaminantes: CO, NO, NO2, SO2 y partículas.
Las fibras de vidrio que se usan como aislante térmico en los sistemas de aire acondicionado se degradan con facilidad y se descomponen en partículas que se pueden incorporar a los conductos de aire y alcanzar el tejido pulmonar por inhalación. También el asbesto utilizado en la construcción y en materiales de aislamiento puede emitir fibras al AI. Aunque la OMS ha recomendado no utilizar asbestos, es un material que aún está presente en edificios antiguos, por lo que puede ser fuente de contaminación durante la realización de trabajos de mantenimiento y remodelación, y también por degradación de materiales que lo contienen.
El mobiliario de habitaciones y los productos utilizados en la limpieza y en actividades artísticas y artesanales son fuente de emisión. El material de ofimática (ordenadores, impresoras, fotocopiadoras, etc.) y de oficina (líquidos correctores, soluciones fotográficas, etc.) son fuentes contaminantes.
Los contaminantes presentes en el AI se han relacionado con múltiples enfermedades respiratorias, en algunas con elevado nivel de evidencia como en el caso del asma, la EPOC, las infecciones respiratorias, la rinitis y en otras con menor evidencia pero con datos que lo sugieren con cierta solidez. La CAI es un factor de riesgo para múltiples enfermedades del aparato respiratorio. Son muchas las fuentes capaces de generar contaminantes en nuestro organismo.

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